La necesidad obliga

La fotógrafa más joven de mi pueblo
era niña y se llamaba Marisol.
Como no llegaba casi desde el suelo
le tuvimos que poner un alzador.

 

Una vez le hizo una foto a mi familia.
Fue en un mayo allá en el año catapún.
¡Fíjate que aún vivían mis abuelos
y sus primas las del huevo de avestruz!

 

Lo del huevo es una historia de traca
pues el caso es que esta foto con las vacas,
Marisol y Margarita de Aravaca
la captó con una pata en vez de dedos
la avestruz de las primas de mis abuelos.
¡Manda huevos!

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