El reloj de bolsillo más grande del mundo

Soy un señor de metro noventa, pero parezco un niño porque llevo el reloj de bolsillo más grande del mundo. Lo fabricó mi abuelo, que era corto de vista y no se aclaraba al mirar la hora. Luego lo heredó mi madre, que lo llevaba en el bolso más grande del mundo. Se enfadaba mucho cuando alguien lo llamaba “baúl”. ¡Es un clutch!, decía mientras se masajeaba una mano destrozada por la tendinitis. Me regaló el reloj cuando me licencié. Es pesado y aparatoso, pero tiene una ventaja: caben 27 horas por día y me da tiempo a casi todo.

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