En tiempos

En tiempos, con la mitad de de un cuarto de la intención de esta niebla no habría un solo barco en la bahía, pero ya no se hacen las cosas como antes. Los barcos tienen dos ojos pintados en la proa, sí, pero antes los pintábamos contra los monstruos marinos y ahora a favor de los turistas. Entonces el fondo estaba lleno de salamandras que sabían hablar, de hombres con cabeza de pez y de muchas otras bestias extraordinarias. Pero cómo va a quedar nada de eso si nadie cree en ellos. Hasta dudo de que tú y yo existamos.

Compartir: