De mi corazón a mis asuntos

Puede que no lo recuerdes: te empeñaste en ir el primero. Te dejamos que abrieses el camino y creyeses que nos estabas guiando. Puede que no lo recuerdes, pero te aseguraste de que tu hermano no se perdiera y nos llevara al punto del que habíamos salido. Puede que no lo recordéis: cuando erais pequeños y andábamos por un camino solía detenerme a ver cuánto avanzabais antes de girar la cabeza y aseguraros de que seguíamos con vosotros. No os habéis dado cuenta pero, a día de hoy, seguís siendo los que nos abren el camino y cuidan de nosotros.

Compartir: