Venganza

Si ya sé que las tengo pequeñas y «más tiran dos tetas que dos carretas»
y él tiene esa obsesión con las cosas pares, con las ruedas…
Yo también tenía una obsesión: él.
Pero a la mierda.
Me tiraré desde lo alto, bajaré haciendo la croqueta.
Rodaré cuesta abajo sin freno, hincándome las piedras.
Se retirarán en un acto reflejo.
Caerá abandonada en mi camino y aterrizaré sobre ella.
La aplastaré, la haré trizas, rodaré sobre sus ruedas.
Lo conozco bien. Sé que nada puede hacerle más daño. Es a ella a quien más quiere.
¡A la mierda la bicicleta!

Etiquetas: bicicleta, celos, monólogo interior, poesía
Compartir: