El final

Venimos de las estrellas, de los humanos y del fondo del mar pero nos apellidamos Mora, como los frutos silvestres. Pese a ser espontáneos e imprevisibles solo nos conoces en caminos bien trazados, diríase que de espaldas en lugar de hacia ti. Míranos bien: a partir de mañana cualquier niña ya mayor vestida de rosa (como mis majestuosos tentáculos), cualquier niño pequeño con aire de explorador podría ser uno de nosotros, la primera generación inofensiva y sin duda la más adorable. Indistinguibles de aquellos nacidos en este planeta, a él y a mí nos querrás siempre más. La conquista terminó.

Compartir: