Caperucitos al bosque

Caminando a la arboleda
van dos niños muy ufanos.
Se abren paso, de la mano,
ya lo he dicho: en la vereda.

Los días que no hay escuela,
como dos caperucitos,
niño y niña, despacito,
se van a ver a su abuela.

La cesta la lleva el padre,
compañero de aventuras,
no tengo ninguna duda,
de estos niños adorables.

Me gusta el paso confiado
con el que avanza el pequeño.
Me lo imagino risueño
pues tiene a su hermana al lado.

Y la hermana, qué dulzura
cómo mira a su hermanito
mientras van paso a pasito
lejos, hacia la espesura.

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