El último día de escuela la maestra explicó que el curso que viene todo habría cambiado para siempre. No más[…]
Leer másAutor: Meryone
Castigo
«Vesre», dijo. Era una bruja porteña, de Caballito. Me burlé. De su acento, del nombre de su barrio, de esa[…]
Leer másEl retorno
La verdad es que me dan pena los humanos que tengan que buscarnos. Imagina: la convención de soldados y enfermeras[…]
Leer másCambios
– ¿Abuela, tú por qué no estás? – Porque nunca fui capaz de quedarme parada con la mirada al frente[…]
Leer másRuedas
El marido de mi tía Gervasia tenía una bicicleta y ella una sillita con ruedas donde paseaba a mi madre,[…]
Leer másLeón
Nunca recuerdo el nombre que dan aquí a estos seres. ¿Cretinos? ¿Cenutrios? ¿Capullos? ¿Tontos de capirote? La conquista va lentísima[…]
Leer másEl rescate II
Y ahora se para a cagar. Lo que faltaba. Qué mal huele, caray. La verdad es que cuando nos conocimos[…]
Leer másTentáculos
Pues me quedé. Tengo apenas cinco sentidos, ya no cambio nunca de forma sin querer, veo en colores y creo[…]
Leer másPrimavera
Nos conocimos de una manera bien tonta: yo me reponía de una enfermedad de nombre impronunciable que, tras meses postrada[…]
Leer másIdeas
Ay, la chica de abajo que no paraba de toser se está enamorando de mí, cree que lo del cubo[…]
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