– ¿Abuela, tú por qué no estás? – Porque nunca fui capaz de quedarme parada con la mirada al frente[…]
Leer másAutor: Meryone
Ruedas
El marido de mi tía Gervasia tenía una bicicleta y ella una sillita con ruedas donde paseaba a mi madre,[…]
Leer másLeón
Nunca recuerdo el nombre que dan aquí a estos seres. ¿Cretinos? ¿Cenutrios? ¿Capullos? ¿Tontos de capirote? La conquista va lentísima[…]
Leer másEl rescate II
Y ahora se para a cagar. Lo que faltaba. Qué mal huele, caray. La verdad es que cuando nos conocimos[…]
Leer másTentáculos
Pues me quedé. Tengo apenas cinco sentidos, ya no cambio nunca de forma sin querer, veo en colores y creo[…]
Leer másPrimavera
Nos conocimos de una manera bien tonta: yo me reponía de una enfermedad de nombre impronunciable que, tras meses postrada[…]
Leer másIdeas
Ay, la chica de abajo que no paraba de toser se está enamorando de mí, cree que lo del cubo[…]
Leer másMemoria
La tonta de mi hermana pequeña dice que no se acuerda pero las dos mayores todavía podemos oler el humo[…]
Leer másEl secuestro
El jefe nos había prometido más smog, una niebla tan espesa que no te vieras las manos extendidas, tanteantes. No[…]
Leer másPorvenir
No paraban de salirme grandes peligros en las cartas: uno lejos a la vez que cerca; otro de alguien cercano[…]
Leer más