Mensaje encontrado en una bola de papel que cayó desde arriba

A Luis le encantaba merodear por el muelle, el río solía traer alguna que otra sorpresa. Y nosotros disfrutábamos viéndole a la busca del tesoro mientras nos bañábamos. Pero un día dio, por puro azar, con un lugar extraordinario. Era un punto, justo en la orilla, donde no había gravedad. Claro que ni él ni nosotros sabíamos de leyes físicas ni de Newton ni de cosas de esas. Lo cierto es que sólo pasó por ahí y salió disparado hacia arriba, hacia el cielo, sin más. A nosotros nos pareció tan sorprendente, ¿cómo resistirse? Dejamos el baño y salimos volando.
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