Almas

Las primeras máquinas Steiner venían con un bastoncillo terminado en dos puntas romas. Para desatascar las almas de la cámara oscura. Era un fenómeno poco habitual, pero en ocasiones la condición lípida de ciertos espíritus hacía que sus fibras quedaran adheridas a los cristales. Lo difícil venía en las fotos colectivas, porque muy profesional que una sea, a ver de quién de vosotros, niños, es esta facilidad para el verso alejandrino y de quién el deseo de matar al rey con una puntilla de carnicero y a quien le entristece el mar. Si es no os estáis quietos es imposible.

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