Mejor salir

Rocío Márquez, de 43 años de edad y en pleno uso de sus facultades, decidió bajarse del mundo.

Rellenó todo el papeleo necesario para ello, no sin antes quejarse airadamente porque la burocracia lo estaba invadiendo todo. A los 15 días recibió emocionada la carta con la aprobación de su solicitud.

El día señalado, a la hora señalada, se presentó en el lugar designado para bajarse del mundo. Se había vestido con sus mejores galas, incluso se puso sombrero. Justo antes de salir por la puerta vio a un hombre entrando. «Pobre diablo, pensó, no sabe lo que le espera».

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