La décima partida

Corres libre por el prado
con un casco en la cabeza
después de vencer la pereza,
en un césped recortado.
Compañeras a ambos lados.

En las manos, un balón.
Tiene forma de melón
o más bien parece un huevo.
No es este un deporte nuevo,
pero hay que poner atención,

pues aquí el peligro acecha
y al caerte o tropezarte
o, quién sabe, escalabrarte,
viene una por la derecha
y veloz como una flecha 

el balón te lo arrebata.
¡Será sucia, sera rata!
Pero entonces ya es muy tarde
y la rodilla te arde
y el cordón se te desata.

Etiquetas: poesía
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