De estreno

Estuvimos algo torpes la primera vez que las probamos. Los intentos de ayuda mutua solo conseguían empeorar la situación. Mis compañeras se enredaban unas con otras y cada conato de carrera terminaba sin remedio en un revuelto de extremidades, cuerpos y cabezas. Decidí ir por libre. Me arrastré hasta la pelota de rugby, la agarré y eché a correr. Mi cuerpo se armonizó de pronto. La parte superior comprendió a la inferior, y por fin mi cerebro lanzó órdenes con sentido. Izquierda, derecha, arriba, abajo, ahora tú, ahora la otra. Lo había logrado. Había aprendido a usar mis piernas nuevas.

Etiquetas: magia y sobrenatural, primera persona
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