Guido Minuto

Me llamo Guido Minuto, como  mis antepasados… hasta donde abarca la memoria. Ignoramos si el oficio determinó nuestro apellido o al contrario. Qué importa. Somos vigías. Guardianes. Centinelas de los Charcos de Comacchio, Ferrara. Procuramos la medida cabal del agua embalsada; trazamos trayectorias exactas, armoniosas parábolas de gotas salpicadas en chapoteos infantiles;  dibujamos arcoíris en el cristal aguanoso, e invocamos el húmedo reflejo de la Luna en la negrura. Un minuto antes de cesar la lluvia, los centinelas detenemos el tiempo y afinamos oquedades, burbujas y líquidos. Por eso en Comacchio, incluso bajo los puentes, los charcos son siempre perfectos.

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