Patio de butacas

Imagínate un teatro. Lleno de sillas plegables y vacío de personas. En el medio, una mujer solitaria mira hacia el escenario. A su lado hay una cesta con tapa y dos asas, una caja de tiras planas de corteza, puede que de castaño, que dibujan un damero en la franja central. Con la mirada fija en lo que ocurre frente ella, la mujer avanza en su labor. Un sombrero remata su cabeza con la misma forma que el respaldo de los asientos. Para las agujas de tejer y los colores, este ejercicio de la imaginación se ha quedado sin presupuesto.

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