Daisy no va a Londres

Daisy no me gusta, pero es la única niña que me habla en este pueblo espantoso al que nos ha traído papá. Y no pienso fugarme con ella a Londres esta noche. Además es mentira que sé conducir. Y no fumo. Y tampoco conozco a ningún John que tiene un grupo de rock. Pero es tan agradable tener amigas. Ahora es preciso pegarte, hermanita, porque has escondido la llave del coche de papá y por eso no habrá Londres. Ya sé que no entiendes nada, pero me estás salvando y caerás sobre cartones y solo estaremos enfadadas hasta el miércoles.

 

Etiquetas: amistad, infancia, juegos, monólogo interior, Segunda persona
Compartir: