Escarmentarte

Están perfectamente ahorcados pero no lo parecen. Ese es el concepto. El mismo escarmiento, el mismo daño sobre la tráquea, la misma rigidez post mortem, el mismo aviso para navegantes. Pero hablamos de otra cosa. Hablamos de arte.

La soga invisible se inventó en 1967 en Castroville, Texas. La idea se le atribuye a Juana Campbell, la joven artista local, que consiguió trenzar sutileza y justicia para crear una soga conceptual, tan resistente como la clásica pero tan extraordinariamente delgada que solo el ajusticiado podía ver y sentir. Campbell murió un año después ensayando un gas letal de colores vivos.

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