Más vale nunca que tarde

Eleanor Fitzgenstein se lanzó finalmente el 14 de agosto de 1995 a las seis y media de la tarde. Murió instantáneamente.

La dársena había sido sustituida por un parking moderno y ella se estrelló de cabeza contra una plaza vacía. Si tienes setenta y ocho años y te lanzas desde tres metros de altura contra una plaza de parking vacía las ambulancias ni siquiera encienden la sirena.

Después de tanto tiempo soportando burlas y reproches por su desesperante indecisión, Eleanor quiso terminar lo que empezó en 1932. Pero ya había olvidado el significado de las palabras tarde, nunca y ahora.

 

Etiquetas: biografía ficticia, humor, Tiempo
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