Le dije claramente a Iris: no me saques ninguna foto. Pero no me hizo caso, nunca me hace caso.
Miguel hace trampas siempre que jugamos a las cartas, así que empezamos a jugar en balcones enfrentados, uno en cada orilla del río. Cuando uno de los dos tiene su jugada lista o quiere una carta nueva del mazo, se comunica con el otro mediante radio y vigila con sus binoculares que no haya movimientos sospechosos. Lo anoto todo en la libreta, porque la puntuación sirve para el campeonato regional.
No imaginaba que fueran a asociarse para llegar a la final.
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