Andy

Diez. Eran diez los niños que salieron antes del colegio esa tarde. Los diez de la clase de la señorita Perkins. Se había estropeado la estufa del aula. “Hace demasiado frío. A casa”. Salieron corriendo. Pero lo de volver a casa… Una tarde libre no se pasa en casa. Ninguno lo dijo en voz alta, pero todos sabían adónde ir. No podían pasar la tarde libre sin Andy, aunque él y sus padres se hubiera matado el verano pasado en un accidente. Empezaron a correr, a saltar, a gritar y a perseguirse. Hasta que los padres dejaron salir a Andy.

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