¿Bien o en familia?

La mesa estaba montada,
la cámara estaba lista,
no tanto como la niña,
que iba para ortodoncista.
Las vacas, quietas al fondo,
y el campo más ordenado
que el piso de Marie Kondo.
Y en eso que a punto estaba
de retratar esa escena
—poco antes de la cena—
cuando su hermana Candela
y una prima de su abuela
concluyeron que la niña
quería una foto en familia
y la mar de sonrientes
a posar todos corrieron.
«¡Menudo desasosiego!
Ahora sin vacas me quedo.
Aunque hay un par de parientes
que vaya si dan el pego!».

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