Ay, mierda ¿he sido yo? no he podido ser yo ¿o sí? Mierda, mierda, recuerda, Rocío, recuerda, a ver, dos[…]
Leer másAutor: Rocío
Tarde
—Venga, vamos, se hace tarde. —Esperaba un conejo blanco. —Eso es una licencia poética. Vamos, no te entretengas. —¿Por qué[…]
Leer másLa librería
Polvo en suspensión flota en los rayos de sol que se cuelan por las ventanas, algunas están rotas y me[…]
Leer másLa dama
A las afueras de Riverton se encuentra la Loma de los Amantes. Es conocida por ser el lugar donde[…]
Leer másAsuntillo
El camino era de madera pulida ideal para unas piernas cortas y un andar de principiante como el suyo. Iba[…]
Leer másAntes y ahora
Ahora ha sido él el que se ha ido antes. Antes de que el reloj diera la última campanada que[…]
Leer másBuscar
—¿Ves algo? —No. —¿Pescas algo? —No. —Deberían estar aquí. Llevamos meses buscando, este es uno de los últimos sitios en[…]
Leer másMejor salir
Rocío Márquez, de 43 años de edad y en pleno uso de sus facultades, decidió bajarse del mundo. Rellenó todo[…]
Leer másTips para la vida
Coged cuaderno y boli, niñas, y venid a sentaros al patio conmigo. Mientras esperamos a que se sequen las sábanas,[…]
Leer másEspejismos
—Si tú te atreves, yo me atrevo— me susurró María frente al espejo. La señorita Julia lo sujetaba con fuerza[…]
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