Missing

—Hola, señor abrigo. ¿Es el Centro de Prendas Desaparecidas?
—No grite. Nos delatará. ¿Cómo supo…?
—Busco un vestido negro de georgette; mi fondo de armario adorable, toldo de stilettos, refugio de bustiers. Ciertos guantes chismosos, de esos que huelgan mano sobre mano, me hablaron de esta guarida y…
—¿Escote?
—Halter.
—Veamos. Sí, está aquí. Vino con el talle fruncido porque lo tildaban de básico. ¡Las sedas son tan sensibles! Anda enamoriscado de una americana borgoña que le pone ojalitos; ya sabe: solapas sinuosas, costadillos de vértigo, mangas francesas… Planean fugarse juntos.
—¡Impídalo!
—No prometo nada, pero… ¡Cazadoras, formación en pespunte!

Compartir: