El futuro

—Si miras por el cristal de esa puerta verás el futuro.

Carmen solo vio a un borracho que intentaba masturbarse, pero que había bebido demasiado para culminar la operación con éxito. Se volvió a casa enfadadísima, convencida de haber sido el blanco de una broma cruel de sus amigos.

Mientras, su marido se sentaba en el sofá después de una comida en la que había caído bastante más vino del previsto. Miró la hora y concluyó que tenía tiempo suficiente, así que se bajó la bragueta y se puso manos a la obra. No oyó la llave en la cerradura.

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