El fantasma

Se asomó, comida por la curiosidad, por aquel sucio hueco, después de asegurarse de que nadie la estaba observando.Tenía una reputación y un vestido que mantener limpios.

Metió la mano cuidadosamente y abrió la puerta desde el interior. Dejó que sus pupilas se adaptaran a la escasa luz y echó a caminar por aquel almacén. A medida que iba alejándose de la entrada, iba olvidándose de los motivos para regresar al presente.

—Es peligroso revisitar algunos lugares —dijo una voz a su espalda.
—Tienes razón. Sólo quería volver a ver cómo era todo entonces.

Deshizo sus pasos y salió.

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