Lo que queda del mundo

Solo hay dos formas correctas de cruzar un umbral: que te inviten a salir o que te pidan que entres. El resto de maneras son posibles, pero también groseras y dejan  mal cuerpo. No lo sabía cuando no te dije que te fueras cuando te fuiste ni tú me pediste que te siguiera cuando te seguí, y por eso no consideré las consecuencias.

¿Sabías que considerar significa etimológicamente examinar las estrellas?

Estoy considerando últimamente abandonar el umbral, en latín el lugar donde empiezan las sombras, para encontrarnos, pero nadie me lo ha pedido porque en la sombra nada se ve.

 

[ajax_load_more post_type=”post” posts_per_page=”20″ category__not_in=”1″ pause=”true” button_label=”Más historias” button_loading_label=”Cargando…”]

Etiquetas: amor, estrellas, nostalgia, Segunda persona
Compartir: