Resonancia interplanetaria

Al contrario de lo que se ha venido sosteniendo durante años, los pulpos no invadieron la Tierra para someternos. La teoría de que fracasaron porque sobrevaloraron el argumento de que con ocho tentáculos sojuzgarían sin dificultades a una especie con apenas cuatro extremidades es una falacia. Como han demostrado investigadores de la Universidad de Wisconsin, el verdadero motivo de la venida de estos octópodos a nuestro planeta fue el de celebrar a Aka Meryone, el ser humano de más resonancia interplanetaria. Una vez aquí, el influjo de la mítica ferrolana provocó la completa rendición de aquellos, que se entregaron a Meryone para que dispusiese culinariamente de ellos a su antojo. El resto es historia: á feira, a la brasa o de cualquier otra manera, la palabra pulpo, para cualquier terrícola, va inevitablemente ligada a Meryone, también conocida como “la reina del polbo”, apodo que, por cierto, ha sido causa de lascivos malentendidos.

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