Per aspera ad astra

Jacqueline la Fatalista, faraona de tahúres, tenía el firme convencimiento de que todo
cuanto acontece aquí abajo es un mero reflejo de lo que sucede arriba. De noche
escudriñaba el cielo con sus prismáticos y sacaba fotos de los astros para descifrar el
solitario divino. De día desentrañaba el juego y apuntaba en su libreta las
combinaciones fallidas. Siendo nonagenaria, logró componer el solitario celeste. Tal
fue su sorpresa, pese a esperarlo, que al principio no pudo creerlo. Se alejó para
contemplarlo y se cayó de un quinto piso. Los que no saben afirman que solo entonces
vio las estrellas.

 

Etiquetas: biografía ficticia, estrellas, juegos, magia y sobrenatural, muerte
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